“Sales
de baño”
El
título de esta entrada puede llevarte a pensar que estás
tranquilamente en la bañera de tu casa, disfrutando de un relajante
baño mientras aprecias el agradable olor de las sales de baño
disueltas en el agua de tu bañera, pero… ¿y si de repente
empiezas a experimentar efectos alucinógenos, de agresividad o tu
corazón empieza a latir más rápido de lo normal?
Si
esto te ocurre deberías empezar a replantearte la existencia de otro
tipo de “sales de baño”. El nombre científico de estos
cristales blanquecinos es metilendioxipirovalerona (MDPV) y tienen
potentes efectos alucinógenos y estimulantes que actúan como un
inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina.
Si
has leído lo anterior, ya te estarás dando cuenta de que estas
“sales de baño” a las que me estoy refiriendo son un tanto
especiales… Se trata nada más y nada menos que de una DROGA, una
droga un tanto especial también, ya que produce agitación,
estimulación cerebral que genera mucho calor corporal, paranoia,
conductas suicidas, hipertensión y aceleración del ritmo cardíaco
y hasta induce a conductas de agresión y canibalismo. Incluso
después de que los efectos estimulantes hayan desaparecido, la
conducta suicida puede permanecer varios días tras haber consumido la droga.
Dicho
esto, mucho cuidado con las “sales de baño” que van más allá
de esos cristales de colores que echas en la bañera, porque puedes
convertir tu relajante baño en una sangrienta historia en cuestión
de minutos.
Espero
que, además de asustarte un poco con los efectos de esta droga
caníbal, también te haya gustado la entrada.
Un
saludo!
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